Al parecer había mucha fiesta en Granada, así que Honorato no se lo pensó dos veces. De nuevo, se aseguró de que Birria le viera haciendo la maleta, con la intención de que éste le dijera algo y poder discutir con él, pero Birria no dijo nada, sabía que no tenía nada que hacer y solo sentía impotencia mientras sus lágrimas se derramaban.
También se fue dos días, lo necesario para salir de fiesta.
El primer día, aprovechó para visitar la ciudad y ver la famosa Alhambra de Granada, en la que estuvo varias horas. Luego visitó algunos museos y volvió al hotel para prepararse para la noche.
Enseguida se hizo el rey de la fiesta, todo el mundo se divertía con él y le aplaudía, había mucha música, ron y mujeres y Tecnopato lo pasó de muerte.
Al día siguiente, al volver a casa, Honorato vio como Birria seguía triste y se alegró de que sus planes estaban saliendo como esperaba.
Pronto, un próximo destino: Sevilla
No hay comentarios:
Publicar un comentario