lunes, 26 de octubre de 2009

Tecnopato en España - Sevilla

Honorato decdió hacer sufrir a Birria una vez más y preparó otro viaje relámpago. Esta vez a Sevilla.

Como siempre, Honorato hizo ver a Birria que estaba preparando las maletas para irse de viaje, pero esta vez Birria no se quedó callado.

B.- Estoy harto de que no me hables y de que te vayas tanto de viaje, dejándome aquí solo y abandonado, cuidando tus plantas y limpiando la casa. Esto no puede seguir así. Que sea la última vez que te vas de viaje sin mi.

H.- Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja.

B.- ¿De qué te ríes?

H.- Pobre iluso. ¿Pero tu qué te has creído? ¡¡¡¡ Mejor cállate y vete a fregar los platos !!!!

Birria se fue llorando a la cocina y se puso a fregar los platos.

Al día siguiente, Honorato se fue al aeropuerto y le dejó una nota a Birria que decía: "Perdón, tal vez me pasé un poco. Vuelvo en 2 días. Riega las plantas."

Cuando Honorato llegó a Sevilla, inmediatamente salió a la calle a visitar el mayor número de sitios posible. Sevilla era muy bonita y tenía un color especial, sobre todo de noche.


Precisamente de noche, fue cuando salió de fiesta. Se lo pasó muy bien, sobre todo cuando pasó por la Calle Betis, que estaba muy animada esa noche. Al oir sonar unas castañuelas, le vino a la mente el sonido de las chácaras e inmediatamente comenzó a agitarse compulsivamente hasta conevertirse en Tecnopato. El desmadre fue increible, había mucha música, vino y comida por todas partes, la gente aplaudía a Tecnopato y bailaba con él. Fue una noche increíble.

Al llegar a casa, Honorato vio que Birria había regado las plantas y decidió hablarle después de mucho tiempo, pues pensaba que ya había sido suficiente. - ¿Qué hay para cenar? - dijo Honorato y fue a ducharse, confiando en que al salir estuviera la cena preparada en la mesa.

Honorato ya estaba un poco saturado de viajes y pensó que sería bueno descansar un tiempo, pero nunca se sabe cuando puede surgir una nueva aventura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario