lunes, 30 de agosto de 2010

Tecnopato de nuevo en la Fórmula 1 - Alemania - Hockenheim, Munich - Italia - Roma

Honorato es un gran aficionado a la Fórmula 1. Ya estuvo una vez en el GP de España, en Montmeló y se lo pasó bastante bien. Este año tampoco quería perderse una carrera del mundial y decidió ir a Hockenheim, en Alemania.

Lo tenía todo planeado, la entrada al circuito, paseos por la ciudad, incluso alquiló un coche con la esperanza de llegar hasta Roma.

El día que se iba, fue a la cocina y le dijo a Birria que se iba de viaje:

H.- Birria, me voy a ir a Alemania, a ver la Fórmula 1
B.- ¿En serio? Supongo que esta vez tampoco me vas a invitar...
H.- Pues claro, ¿quién iba a regar las plantas entonces? No podría soportar llegar a casa y ver secas las plantas que tanto he cuidado.
B.- Pero si soy yo quien las cuida siempre...
H.- Déjate de tonterías, ¡¡ esas plantas las compré yo !!
B.- Pero...
H.- No quiero discutir más. Me voy al aeropuerto, que se me hace tarde.

Honorato había quedado con unas amigas para ir a Alemania, así que se encontró con ellas en el aeropuerto y se fueron.

Lo primero que hicieron al día siguiente de llegar, fue acercarse al circuito. Honorato estaba bastante excitado, pues iba a ver por 2ª vez la fórmula 1 en directo. Este día eran los entrenamientos libres. Pasearon un poco por el circuito y luego volvieron a la ciudad a dar una vuelta.


Al día siguiente volvieron al circuito, era la clasificación y no se lo querían perder. Al terminar, volvieron a pasear por la ciudad.

El día de la carrera, Honorato estaba nervioso, tenía muchas ganas de ver la carrera, llevaba banderas y carteles y los disfrutó al máximo, sobre todo al final, al ver que Fernando Alonso ganaba la carrera.




Honorato estaba muy contento y empezó a agitarse compulsivamente, conviertiéndose en Tecnopato y saltó a la pista a celebrarlo, se subió en el coche de seguridad y rápidamente todo el mundo le siguió, bailando y bebiendo. Fue un día inolvidable, aunque Honorato no recuerda muy bien lo que pasó.


Al día siguiente cogieron el coche para ir hasta Munich, se tomaron unas cervezas y allí Honorato conoció a unas chicas que le gustaron mucho.





Luego se encontró con unos amigos que había conocído por internet, con los que había quedado y charló un rato con ellos, pero se tuvo que ir rápido si quería llegar a Roma ese mismo día.


Esa misma noche llegó a Roma y al día siguiente se dió un paseo por la ciudad, para ver los monumentos, sobre todo el famoso Coliseo de Roma, pero esa misma tarde se tennía que volver a casa.




Cuando llegó, comprobó que las plantas estaban bien y se acostó, pues estaba cansado del viaje. Solo tenía en mente una cosa: ¿cuál sería su próximo destino?

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